[AVISO: éste es un análisis jodidamente largo, repasado al milímetro. Quien no quiera leerlo está en su derecho de no hacerlo.]
Tras observar las infinitas
quejas sobre el personaje y el odio masivo hacia él que presentan muchos de los
fans de Frozen y personas del mundo en general, he decidido que va siendo hora
de hacerle un análisis a fondo. Porque si bien es cierto que Hans no es un
santo, ¿es realmente tan malo como lo pintan?
¿Quién es Hans?
Descripción de Hans según
Disney Wiki:
“Hans es un atractivo príncipe de un reino vecino de Arendelle, que va hacia allí para la ceremonia de la
coronación de Elsa. Con doce hermanos
mayores, Hans creció sintiéndose prácticamente invisible y tuvo una muy buena
amistad con Anna. Hans es inteligente, atento y caballeroso. A diferencia de
Elsa, Hans promete que nunca dejaría a Anna. Pero era solo un truco para quedarse con el poder del reino de Arendelle.”
-Primera aparición de Hans en
la película-
Hans aparece por primera vez
el día de la coronación de Elsa. Al final de la canción For The First Time in
Forever, Anna va corriendo sin mirar (literalmente, con los ojos cerrados) y es
derribada por un caballo, cayendo inevitablemente y de forma brusca a una barca
pero sin alcanzar el agua debido a los reflejos del mismo animal, que la salvan
de un chapuzón. Aquí vemos a Hans por primera vez, como jinete de dicho
caballo. En una actitud claramente preocupada.
Todos sabemos que la
principal característica de Hans es que no deja ver sus verdaderas emociones y
pensamientos hasta llegado el momento preciso. Hans es mentiroso. La mayoría de
veces no sabemos si lo que dice o lo que hace es real o no.
Sin embargo, y por mucho que
os pese a algunos, en este momento Hans NO SABÍA quién era Anna. No sabía si
era la princesa, la reina o una pueblerina cualquiera. No habría podido saberlo
aunque hubiese ido a Arendelle expresamente a hacer lo que finalmente planea
hacer (que no es el caso) porque, si volvemos algo más atrás en la película,
concretamente cuando las puertas están por abrirse en el reino y todos se
acercan (justo antes de que Anna aparezca dormida y despeinada) podremos
escuchar con claridad como dos hombres comentan lo guapas que seguramente sean
la reina y la princesa.
No saben cómo son.
Nadie además del servicio
dentro del castillo las ha visto nunca hasta ese día. Las puertas siempre han
estado cerradas y nadie, incluido Hans, puede saber cómo son. Por lo tanto, su
preocupación es real. Ha golpeado a una desconocida con su caballo y está
verdaderamente preocupado por su bienestar. Tanto, que se baja del caballo para
comprobar si Anna está bien aunque ella ya le ha asegurado que sí. Y no solo
eso, sino que le ofrece su mano para ayudarla a ponerse en pie.
Hans puede ser mentiroso.
Pero también es atento y caballeroso.
Y esto es un hecho
indudablemente real.
Antes de levantar a Anna, e
incluso antes de presentarse el uno al otro, podemos observar como Hans y ella
comparten un par de sonrisas cómplices. Aquí, él seguía sin saber quién era
ella, por lo que es muy posible que, en un principio, Anna le gustase de
verdad.
Llegan las presentaciones, y
Hans descubre entonces que, efectivamente, Anna es la princesa de Arendelle. Se
arrodilla ante ella, seguido de su propio caballo, que ocasiona la caída, esta
vez, de ambos personajes, provocando un par de situaciones incómodas que acaban
con Hans volviendo a ayudar a Anna a ponerse en pie y disculpándose de nuevo.
Aquí Hans dice literalmente “Os debo una disculpa por chocar contra la
princesa de Arendelle y, por todo lo de después” Y debido a esto existen
algunas teorías que afirman que él se disculpa “por todo lo de después”
pensando que así estará pidiendo perdón de antemano por todo lo que tiene
planeado hacer. Pero todas esas teorías son falsas. Carecen de lógica debido a
que es imposible que Hans hubiese planeado nada aún, teniendo en cuenta que no
sabe de la personalidad ingenua de Anna ni absolutamente nada sobre Elsa, ni
mucho menos sobre sus poderes. Es decir, que ni él es consciente todavía de
todo lo que estará dispuesto a hacer.
Después de esto, Anna hace un breve comentario sobre su
hermana, insinuando que si hubiese chocado contra Elsa habría sido bastante
peor que al haber chocado contra ella. Porque ella es solo ella.
“¿Solo vos?”, pregunta Hans entonces, seguramente empezando a darse
cuenta de que, a pesar de su carácter alegre y optimista, Anna es bastante
insegura. Aunque, obviamente, aún no sabe realmente nada sobre ella.
Anna y Hans vuelven a mirarse sonriendo de forma cómplice y
bastante embelesada. Casi podemos apreciar un gesto esperanzador en el rostro
de Hans nada más preguntar eso de “¿solo vos?”. Pero no de esperanza por la
posibilidad de conseguir el reino de ella, sino de otro tipo de esperanza. No
es un gesto malvado ni mucho menos, es una esperanza buena. Sus gestos, sus
sonrisas, sus miradas y sus intenciones todavía son puros. Anna le ha hablado
de su hermana y acto seguido ha dicho que ella misma “solo es ella”. Como si se
sintiera menos que Elsa. Exactamente a como descubrimos más tarde que él se ha
sentido con sus hermanos. Inferior. Invisible.
Suenan las campanas y Anna se despide, acordándose de que
debe asistir a tiempo a la coronación. Hans la despide también con la mano,
manteniendo su media sonrisa y su mirada encandilada incluso cuando Anna ya le
ha dado la espalda. Sitron, su caballo, también la mira sonriente y alza la
pata que sujetaba la barca en la que se encuentra su amo. Hans recupera el
gesto embobado de su cara incluso cuando el despiste de su amigo lo ha tirado
directo al agua.
Nadie lo está viendo. No tiene que fingir frente a nadie.
Todo lo que hemos visto de Hans hasta el momento ha sido
real.
-Fin de la primera aparición de Hans-
Lo que sabemos sobre Hans por ahora:
Es apuesto, caballeroso y atento. Le gusta Anna y su
atracción por ella es de verdad.
Lo que Hans sabe por ahora:
Anna es la princesa de Arendelle. Es torpe, pero muy alegre y
muestra una actitud bastante optimista. Su hermana mayor es Elsa, princesa que
será coronada reina en el mismo día. Es posible que Anna se sienta algo
inferior o menos que ella. Hans no sabe la razón, ni lo que realmente puede
significar ese “solo yo” todavía.
Hans vuelve a aparecer brevemente y de fondo durante la
ceremonia de coronación de Elsa. Aunque solo lo vemos saludando alegremente a
Anna entre el público y observando a Elsa unos segundos más tarde cuando ésta
está siendo coronada. Sus conocimientos sobre las dos hermanas siguen siendo
los mismos y sus pensamientos no han cambiado.
-Segunda aparición de Hans en la película. Primera parte-
Hans aparece por segunda vez justo después de que Elsa y Anna
hayan mantenido lo que seguramente haya sido su primera conversación en años. Al
principio agradable y cómoda, pero con un triste final. Elsa termina por volver
a apartarse de Anna, tras haber intentado un pequeño acercamiento con ella, al
recordar que debe protegerla de sus poderes, que cada vez son más fuertes y,
por lo tanto, más peligrosos a su parecer. Anna, al no estar al tanto de su
secreto, vuelve a sentirse excluida y triste. Y mientras se aleja entre los
invitados, es empujada sin querer por un hombre y salvada nuevamente de la
caída, por Hans.
Aquí hay que tener en cuenta que Hans sabe más cosas, aunque
pocas, pero igualmente importantes. Hans ha podido ver, como todos los
presentes en la fiesta, que Elsa es mucho más seria y comedida que Anna, al
menos en la forma de comportarse frente a sus invitados. Aunque eso ya podía haberlo
sospechado teniendo en cuenta el comentario que hizo la propia Anna sobre su
hermana cuando él se disculpó por enésima vez por haberla tirado con su caballo
en su primer encuentro.
Hans acaba de ver también a una Anna triste (si ha podido
cogerla justo a tiempo para evitar que se cayera, es muy posible que ya se
estuviese dirigiendo hacia ella desde un primer momento) Y ahora intenta un
acercamiento. Quiere comprobar si realmente es tan alcanzable como parece.
A Hans le
gusta Anna, la pregunta es ¿cuándo se convierte su atracción por ella en puro
interés?
Hans baila con Anna y pasa buenos ratos con ella esa noche,
entre los que se encuentran sutiles coqueteos (que ya existían desde un
principio, pero que ahora se hacen más evidentes) y largas conversaciones.
Podemos escuchar por encima cómo Anna habla del castillo en el que se ha
criado, seguramente de su infancia, y cómo explica el origen de su mechón
blanco (el cual piensa que le viene de nacimiento) Y aquí llega el tema de
interés: los hermanos. Durante el transcurso de la noche, Hans va descubriendo
que Anna se ha sentido excluida por Elsa prácticamente desde que eran niñas. Se
ha sentido sola y, a falta de afecto en casa, busca ahora el amor en un
desconocido. Está tan desesperada por algo de atención y cariño que estaría
dispuesta a cualquier cosa por conseguirlo, incluso a casarse con alguien que
acaba de conocer, como él.
Hans es muy inteligente, piensa rápido. Es muy posible que
este sea el momento exacto en el que empiece a darse cuenta de muchas cosas.
Como de lo fácil que puede ser llegar a conseguir algo más de poder a través de
Anna del que ahora posee.
Como citaba la Disney Wiki “Hans creció sintiéndose prácticamente invisible” y esto queda
demostrado ahora, cuando sale a la luz que es el menor de nada más y nada menos
que doce hermanos. Y no solo eso, sino también el menor de once príncipes y un
rey, o futuro rey.
Cuando Anna se siente excluida por su única hermana y amiga,
decide buscar el amor en cualquier otro.
Cuando Hans se siente excluido por sus doce hermanos, por los
doce príncipes de las Islas del Sur, decide buscar atención. ¿Y qué mejor
atención que teniendo igual o más poder que ellos?
Hans se da cuenta de que si se casa con Anna, ya no será el
decimo tercero en la línea de sucesión. Sino el segundo. Ya no será el menos
importante, ya no tendrá que sentir que está ahí de repuesto, o más bien de
relleno.
Y es tan fácil lograr casarse con Anna… Hans solo tiene que
hacer más evidente y exagerada la atracción que siente hacia ella. Solo tiene
que hacerla creer que es justamente su chico ideal. Que es justamente lo que
ella necesita. Y seguramente cuando Anna le cuenta que Elsa la apartó y él
responde “Yo nunca te haría eso”,
tomándola de la mano, es cuando empieza a mentir. Justo en ese momento. Justo
antes de empezar a cantar. Porque lo único que hace durante la canción es decir
que le gusta absolutamente lo mismo que a Anna, fingir que son iguales, que sus
personalidades son idénticas. Hacerla creer que están hechos el uno para el
otro.
Hasta entonces lo único que había hecho durante la noche con
ella había sido interesarse por sus cosas y por sus preocupaciones, tal vez
ganar un poco de terreno. Y Anna le ha abierto tan rápido su corazón que no le
ha resultado complicado adivinar lo fácil que puede llegar a ser ganarse su
afecto y su confianza.
Y realmente lo es.
Love Is An Open Door es una mentira. Es la canción en la que básicamente
transcurre el plan inicial de Hans. Porque lo que él acaba haciendo no tiene
nada que ver con lo que pensaba hacer al principio. Love Is An Open Door nos
muestra el momento exacto en el que empieza a mentir, en el que empieza a
cambiar. Pasando de ser el chico bueno, a un chico interesado.
Hans pide matrimonio a Anna, y ella acepta, confiando
ciegamente en que él es su amor verdadero.
-Fin de la primera parte de la segunda aparición de Hans-
Hagamos una pausa y recapitulemos. Porque en la segunda
aparición de Hans ocurren muchas cosas y es mejor ir por partes.
¿Qué sabemos
ahora?
Lo que sabemos sobre Hans por ahora:
Es apuesto, caballeroso y atento. Le gustaba Anna. Su actitud
alegre y confiada lo lleva a tratar de ganarse su cariño. Y la cosa le sale
mejor de lo que esperaba. Descubrimos que es el menor de doce hermanos y que,
al igual que Anna con Elsa, también se ha sentido apartado por ellos y muy
seguramente inferior. No deja ver sus verdaderas intenciones, pero nosotros
sabemos que trata de casarse con Anna simplemente por interés. Seguramente con
su enlace, Hans logrará más reconocimiento, y más gente que lo tenga en cuenta
por fin. Con Anna, ya no estará a la sombra de otros doce príncipes.
Lo que Hans sabe por ahora:
Como ya sospechaba, pese a su forma alegre de actuar, Anna
siempre se ha sentido desplazada por Elsa. Su falta de cariño la ha llevado a
buscar el amor en otras personas. Elsa es mucho más reservada y seria que ella,
su contacto con la gente es mínimo. Aunque hubiera querido acercarse a ella de
la misma forma que lo está haciendo con Anna, no habría podido. Anna es ingenua
y muy confiada, es el camino fácil para lograr algo más de reconocimiento del
que ahora tiene.
¿Cuál es el objetivo de Hans ahora?
Simplemente casarse con Anna. Se unirá con ella en un
matrimonio sin amor con el que logrará más poder e importancia del que nunca ha
tenido antes. Y por fin, la gente le reconocerá. Puede ser olvidado siendo el
último en una familia de trece hermanos, pero no siendo el segundo en una
familia mucho más pequeña.
-Segunda aparición de Hans en la película. Segunda parte-
Después de Love Is An Open Door, Hans y Anna se dirigen
juntos a anunciar su compromiso a Elsa, ya que no pueden casarse por las buenas
y necesitarán de su bendición. Encuentran a la reina hablando con algunos de
sus invitados y consejeros, tan regia como siempre. Anna prácticamente arrastra
a Hans con todo el entusiasmo en el cuerpo por haber encontrado al que cree que
es el príncipe de sus sueños y él simplemente se deja llevar con una sonrisa.
Anna lo presenta ante su hermana y él se inclina frente a ella mostrando así
sus respetos, a lo que Elsa responde un tanto confundida con un leve movimiento
de cabeza. Anuncian sus planes de matrimonio emocionados (la emoción de Hans es
exagerada, siendo su comportamiento ahora muy parecido al de Anna. Con la única
diferencia de que él no es así realmente) y, obviamente, Elsa se muestra
sorprendida y nada comprensiva.
Nuestra atención normalmente no se detiene en Hans mientras
Anna explica muy animada todo lo que les queda por planear para la boda, y lo
que harán después o dónde vivirán. Sin embargo, si nos fijamos en él veremos
cómo lo único que se limita a hacer es sonreír y asentir a todo lo que ella
dice, sin añadir nada más. Quiere a Anna contenta, pero también quiere a Elsa
conforme. Sino todo lo que ha estado pensando no será posible. Así que mejor
mantenerse algo al margen.
Como todos sabemos, Elsa se niega al compromiso, y aunque
Hans no comenta nada en estos momentos (la única que se queja es Anna) en su
cara podemos apreciar un gesto de lamento y desesperanza que ahora tiene que
ser real puesto que la reacción de Elsa era algo que no esperaba y que, por lo
tanto, no podía haber tenido en cuenta de antemano. Si la reina no le permite
casarse con su hermana, él seguirá siendo el mismo Don Nadie de siempre y es el
darse cuenta de esto lo que produce ese gesto de desánimo en su rostro. Aún así,
cuando Elsa está por retirarse, Hans hace un último intento por convencerla dirigiéndose
directamente a ella con respeto y caballerosidad, tratando de dar una buena
impresión. Ella lo interrumpe, negándose otra vez en rotundo y ordenando que
vuelvan a cerrarse las puertas.
Hans mira a Anna todavía más preocupado que antes. Pero no
por ella, sino más bien porque es consciente de que con las puertas cerradas de
nuevo las posibilidades de casarse con ella o de volver a verla siquiera serán
nulas, y con todo esto, sus posibilidades de ser reconocido también. Hans está
preocupado por sí mismo, porque nada está saliendo como esperaba y no quiere
volver a ser el mismo de siempre después de haber estado a un paso de conseguir
ser quien realmente quería.
La situación se descontrola. Anna le quita el guante a Elsa y
tienen una discusión que termina con una Anna desesperada atosigando a Elsa a
preguntas. Consumida por el miedo y el agobio, y notando que es el centro de
atención (algo que siempre ha intentado evitar) Elsa intenta callar a su
hermana, pero todo se le va de las manos y, finalmente, lo que tanto temía que
saliera a la luz, se descubre.
Todos los invitados a la fiesta son testigos de sus poderes
de hielo ocultos ahora. Vemos un primer plano de Hans, impresionado y asustado
como todos los demás, y volvemos a verlo segundos más tarde, después de que Elsa
huya de la sala, situado al lado de Anna y dirigiéndole una mirada llena de
compasión.
Como cuando cayó de la barca y sonrió embelesado, en esta
ocasión tampoco nadie está fijando atención alguna en él. Todo se centra en
Elsa y sin embargo, su gesto y sus ojos siguen denotando tristeza al mirar a
Anna (tanta que parece que incluso vaya a echarse a llorar)
Hans tampoco tenía que fingir aquí. Además esta nueva
situación lo ha desarmado por completo. Es algo que obviamente ni él ni nadie
podría haber previsto.
Elsa corre hacia el fiordo tras haber vuelto a mostrar su
secreto delante de prácticamente todo el mundo, seguida de Anna, que a su vez
está siendo alcanzada por el mismo Hans. En teoría, Anna sigue siendo su
prometida así que está bien que continúe mostrando interés por ella, aunque muy
seguramente lo que realmente quisiera en esos momentos fuera ser testigo de lo
que terminaría ocurriendo con todo aquello. Horrorizado, Hans presencia de
primera mano como todo Arendelle es congelada, incluyendo el fiordo y sus
aguas.
Anna y él regresan al castillo. Y Hans vuelve a manifestar su
preocupación por ella.
“¿Estás bien?”, pregunta primero. Y si recordamos su primera
aparición (en la que planteó exactamente la misma pregunta) podremos darnos
cuenta de que vuelve a ser el Hans del principio por unos minutos. Su plan
inicial se ha desestabilizado debido al secreto recién descubierto de Elsa, y
él se encuentra desarmado ahora, por lo que es fácil que esté mostrando de
nuevo su verdadera faceta de príncipe atento y caballeroso.
Pero esto no le dura mucho, porque su plan tiene que seguir
adelante, y Anna tiene que seguir pensando que están hechos el uno para el otro
y todo eso. Aunque el problema de la gran helada repentina lo desoriente y
complique todo, Hans vuelve a utilizar el método de asentir a todo lo que Anna
dice por ahora.
“Soy una
persona normal y corriente”
“ES VERDAD, LO ES”
Debe estar todo el rato de su parte y darle la razón en todo.
Ella no puede dudar de él y estos momentos difíciles son perfectos para ganarse
su confianza absoluta.
“Mi hermana no
es un montruo”
“¡Cerca ha
estado de matarme!”
“RESBALÓ EN EL HIELO”
Hans la defiende y defiende su postura en todo momento.
Y aquí es cuando Anna confirma lo que él ya ha podido ver con
sus propios ojos hace apenas unos minutos:
Elsa tenía miedo. Todo lo que ha hecho lo ha hecho sin
querer. Simplemente se ha descontrolado al sentirse presionada.
Entonces Anna se empeña en ir a buscar a su hermana y, en un
principio, Hans se niega, alegando que es muy peligroso. De nuevo, la
preocupación que muestra aquí no es por ella, sino porque si ella desaparece o
muere ahora, no podrán casarse y todas sus posibilidades de convertirse en
alguien volverán a esfumarse. Hans insiste en acompañarla, sin embargo, sus
súplicas cesan en cuanto Anna menciona que lo necesita al frente de Arendelle,
sintiéndose por fin realmente útil. Sintiendo que ahora puede demostrar su
valía. Incluso podemos ver una sonrisa asomando en su cara cuando ella se lo
comunica.
“Por mi honor” promete orgulloso.
Teniendo en cuenta que es el menor de tantos hermanos,
seguramente ésta sea la primera vez que alguien le tiene en cuenta para un
cargo tan importante, así que aprovechará esta oportunidad para demostrar de lo
que es capaz. Él también puede cuidar bien de un reino por mucho que sea el
hermano pequeño.
Pese a esto, Hans debe asegurarse de que Anna volverá sana y
salva, pues todavía no están casados y él solo podrá estar al cargo
temporalmente. Ella confirma que así será, puesto que su hermana no la haría
ningún daño y después de esto, se marcha, dejándolo al mando de todo.
-Fin de la segunda parte de la segunda aparición de Hans-
Lo que sabemos sobre Hans por ahora:
El plan de Hans de casarse con Anna para lograr algo de
reconocimiento se ha visto interrumpido por el descubrimiento público de los
poderes de la reina. Hans se encuentra desorientado y sin plan fijo, aunque finalmente
decide mantener el procedimiento inicial de hacerse con la confianza de Anna
ante todo. Lo que acaba dando sus frutos, pues la princesa lo deja al frente de
su propio reino, y él promete cuidarlo. Ahora, es su oportunidad de demostrar
que no es solo un hermano de relleno, él también puede ser un buen regente.
Lo que Hans sabe por ahora:
Elsa no va a permitir que Anna se case con él mientras siga
siendo un desconocido. Sin embargo, eso ahora es secundario. Elsa también ha
descubierto su secreto mejor guardado al mundo: tiene poderes. Y su descontrol
sobre ellos ha provocado que el reino de Arendelle se congele por completo
mientras ella huía de las miradas de terror de su pueblo y de sus invitados.
Anna le ha prometido que su hermana no le hará daño para
después insistir en ir a buscarla, dejándolo a él al mando. Hans sabe que Anna
confía ciegamente en él, pero también confía ciegamente en su hermana, y aunque
lo hiciera sin querer, existe la posibilidad de que ella acabe haciéndola daño.
Porque Anna puede estar equivocándose en confiar en Elsa, tanto como se está
equivocando en confiar en él.
¿Cuál es el objetivo de Hans ahora?
Hans ya tiene la confianza de Anna. Solo necesita que vuelva
a salvo para casarse con ella. Por ahora se dedicará a demostrar que puede ser
tan bueno como cualquiera de sus hermanos y que es capaz de llevar un reino por
sí solo. Nunca le han dado la oportunidad de hacerlo, por lo que éste es su
momento.
Cuidará de Arendelle hasta que Anna y Elsa regresen.
Entonces, Elsa verá que él es un buen partido para Anna porque se ha hecho
cargo del reino. Devolverá el verano, les dará su bendición y Hans conseguirá
lo que quiso desde un principio.
-Tercera aparición de Hans en la película-
Mientras Elsa se encierra en su palacio de hielo en la
montaña del Norte y Anna la busca con la ayuda de Kristoff, Sven y Olaf; Hans
sigue al frente de Arendelle, poniendo en práctica su objetivo: demostrar su
valía y que él también puede ser útil.
Podemos verlo repartiendo capas a la gente que pueda estar
pasando frío, sin malas intenciones, solo queriendo hacer las cosas de la mejor
forma posible. Ha dejado abierto el castillo para que todos puedan entrar a
resguardarse del frío, y ha dejado sopa y vino caliente en el gran salón para
quien lo necesite.
Él realmente está preocupado por el bienestar de la gente. Y
su comportamiento mientras está al mando es impecable.
Entonces, el duque de Weselton se le acerca, y Hans se
muestra impasible al principio ante sus quejas continuas y su insistencia en
que Elsa es una bruja y en que Anna y ella seguramente estén conspirando contra
ellos, recordando que la princesa dio órdenes e insinuando que él no va a ser
quien la desobedezca. El duque lo presiona con el tema y Hans sigue defendiendo
a Anna, haciendo especial hincapié en que ella lo dejó a cargo y que mientras
él siga al mando, se encargará de proteger Arendelle de los traidores.
Este comentario puede resultar irónico ya que él mismo
resulta ser un traidor después. Sin embargo, no es algo que vaya con segundas
puesto que ni él sabía aún nada de la traición que cometería contra el reino.
El caballo de Anna vuelve entonces al fiordo, interrumpiendo
la escena, sin su jinete y notablemente nervioso y asustado. Hans tiene buena
mano con los animales, y logra tranquilizarlo en seguida, mostrando de nuevo
una clara preocupación al verlo solo. Desvía la mirada unos segundos hacia las
montañas nevadas, dándose cuenta de que si Anna no ha regresado, seguramente se
encuentre perdida por allí. Hans debe encontrarla, a ella y si es posible a su
hermana también para así pedirle que devuelva el verano. Todo esto tiene que
acabar y él PUEDE hacerlo acabar. Puede ser más útil todavía de lo que es
estando en Arendelle. Y si bien es cierto que le prometió a Anna que se quedaría
al frente del reino mientras ella partía en busca de Elsa, ahora que ella está
en peligro es él quien debe actuar.
Hans toma una decisión, siendo más prudente que Anna, pues
solicita voluntarios para que lo acompañen. Sin saber que los hombres que el
propio duque de Weselton le ofrece, decidirán tomar la justicia por su mano
después.
-Fin de la tercera aparición de Hans-
Lo que sabemos sobre Hans por ahora:
Hans es bueno, pero interesado. Estaba al cargo de Arendelle
por orden de Anna y tiene un comportamiento extraordinario para con el reino.
La gente lo adora y eso es lo que siempre ha querido. Hans sigue defendiendo a
la princesa ante todo, pese a su ausencia en estos momentos. Ella lo dejó al
mando y él no va a hacer mal el primer cargo importante que le han ofrecido en
su vida dejando a los traidores a su libre albedrío. No obstante, Hans debe
partir ahora a buscar a Anna a las afueras, ya que no puede permitir que
desaparezca (sino nunca podrán casarse) y requiere de algunos hombres que lo
acompañen. Hans es más prudente que Anna, aunque para eso no se necesite mucho.
Lo que Hans sabe por ahora:
Han ocurrido muchas cosas mientras Hans se ocupaba del
cuidado de Arendelle: la reina ha construido un palacio de hielo en la montaña
del Norte, Anna ha conocido a Kristoff y a Sven, éstos la están guiando ahora
hacia la misma montaña en la que se encuentra su hermana, y en el viaje han
conocido a Olaf.
Hans no estaba presente, no estaba en todos esos lugares
presenciando todo lo que ocurría como nosotros, los espectadores. Esto parece
obvio, sin embargo es un hecho que muchas veces se olvida. Hans no sabe NADA de
lo que ha pasado fuera de Arendelle hasta ahora. No tiene ni idea de si Anna
estará sola o de si Elsa se habrá construido un refugio o no. Y por supuesto,
Hans no sabe de la existencia de Kristoff, Sven y Olaf, no es como nosotros que
lo sabemos todo en todo momento. Él vive su punto de vista y su punto de vista
es que ha estado al cargo de Arendelle y que ahora se dirigirá con los hombres
que se han ofrecido voluntarios a buscar a Anna a las montañas. Hans no tiene
conocimientos de nadie más allá de Anna y de Elsa durante todo ese tiempo.
Lo único que Hans sabe ahora es que Anna está perdida y que
Elsa sigue provocando que todo esté congelado. El invierno continúa.
¿Cuál es el objetivo de Hans ahora?
Básicamente encontrar a Anna, y si es posible a Elsa, y
traerlas de vuelta para lograr casarse por fin con la primera y pedirle que
devuelva el verano a la segunda.
-Cuarta aparición de Hans en la película-
Hans vuelve a aparecer tras varios sucesos: Kristoff, Sven,
Olaf y Anna han encontrado el palacio de Elsa, pero como era de esperar, ésta
los ha echado de allí, no sin antes congelar el corazón de Anna al sentirse
presionada por ella y asustada de nuevo; Kristoff ha llevado a Anna con los
trolls que curaron su cabeza de niña y, tras varias escenas irrelevantes,
descubren por fin que lo único que puede salvar a Anna es un acto de amor
verdadero. La escena termina con Kristoff llevando a Anna de regreso a
Arendelle a lomos de Sven y junto con Olaf, para entregarla al propio Hans (su
supuesto amor verdadero) y que éste la salve con un beso.
Hans aparece ahora, seguido de los hombres que se ofrecieron
antes a acompañarlo, ya en la montaña del Norte, y frente al enorme palacio de
hielo que Elsa ha creado. Si no fue suficiente con ver como lo congelaba todo,
Hans es consciente ahora de lo realmente poderosa que puede llegar a ser la
reina.
“Buscamos a la
princesa Anna. Manteneos alerta, pero no le hagáis ningún daño a la reina,
¿entendido?”
Paremos un momento. Hans no quiere que hagan daño a la reina,
sin embargo, al final es él mismo quien trata de matarla, ¿por qué no deja que
otros hagan el trabajo por él aquí? Muy sencillo. Ella es la única que puede devolver
el verano, y la necesitan viva mientras la tormenta siga acechando. Hans no ha
pensado en matarla. No todavía. Solo quiere encontrar a Anna y devolver el
verano.
Y si no, ¿por qué iría en busca de Anna? ¿o por qué iría en
busca de Elsa? Él estaba al cargo de Arendelle, podría haber dejado a Anna a su
suerte en las montañas, o a Elsa encerrada en su palacio, sola y lejos de su
reino para siempre. Podría haberse deshecho de las dos ahí. Pero no, porque
Hans no estaba casado con Anna, y solo podría estar al frente hasta su regreso.
Hans NECESITABA casarse con ella. Y además, no podía permitir que Arendelle
estuviera condenada a un invierno eterno para siempre. Hans sabe que tiene que
llevarlas de vuelta. A las dos.
Baja del lomo de su caballo y arrastra al animal con él rumbo
al palacio. Pero entonces, Marshmallow, el enorme monstruo de nieve que Elsa
creó antes para asegurarse de echar a Anna y compañía de su refugio,
interviene, prohibiéndoles el paso a toda costa. Los guardias lo atacan, y Hans
saca su espada para defenderse, siendo finalmente derribado junto a sus
hombres. Los secuaces del duque de Weselton aprovechan la distracción del golpe
para adentrarse a toda prisa en el palacio, cuando ven a la reina a las puertas
de éste, huyendo de nuevo al interior. No obstante, Hans los descubre subiendo
las escaleras, por lo que trata de librarse de Marshmallow a toda costa, para
proteger a la reina, sabiendo que debe mantenerla viva y a salvo si es que
quiere recuperar el verano. Se recupera y, en un corte limpio con su espada,
deja cojo al enorme monstruo de nieve, que se cae por un precipicio al verse
desequilibrado (no sin antes tratar de romper las escaleras heladas en un
último intento por prohibirles el acceso al palacio). Hans está a punto de
precipitarse tras él, sin embargo, logra agarrarse como puede a lo que queda de
escaleras y finalmente, los guardias lo ayudan a evitar una muerte segura.
Hans llega justo a tiempo para ver cómo Elsa está por matar a
los dos guardias que el duque de Weselton mandó a acompañarlo (unos segundos
más tarde y la reina habría tenido que cargar con dos muertes a sus espaldas,
que a pesar de ser por miedo y defensa propia, son muertes al fin y al cabo)
Hans no puede permitir que Elsa haga eso. Primero, porque de ésta forma solo
logrará convertirse en lo que todos temen (en lo que incluso ella más teme) y
segundo, porque él es quien está a cargo de esos hombres. Si Elsa los mata
cuando estaban bajo su mando, parte de la culpa irá para él también. Además,
según lo que ha visto durante todo el tiempo que lleva conociéndola, Elsa solo
se descontrola cuando se siente atacada, asustada o presionada. Por lo que
concluye que lo único que tiene que hacer es abrirla los ojos y tranquilizarla,
si quiere evitar una catástrofe.
“¡Reina Elsa!
No seáis el monstruo que temen que seáis”
La cosa le sale bien y Elsa se da cuenta entonces de lo que
ha estado a punto de hacer. Lo mira, y esto es la distracción perfecta que uno
de los hombres atacados aprovecha para devolverle el golpe y tratar de matarla.
Apunta con su ballesta, al parecer lleno de rabia, y Hans ve sus intenciones
entonces.
Si paramos en el segundo preciso podremos ver como antes de
dirigirse a desviar la flecha de la ballesta, incluso antes de darse cuenta de
que el hombre la apuntaba, Hans mira a Elsa con un gesto de absoluta compasión
por ella. Y si lo paramos un segundo más tarde en el fotograma exacto (o si
simplemente somos un poco rápidos y nos fijamos) podremos distinguir a Hans
echando un vistazo hacia arriba, justo hacia donde veremos que lanza más tarde
el proyectil.
Muchos dicen que con esto, podemos ver como Hans trató de
matar a Elsa en esta ocasión también, pero esto no es así. A Hans no le
interesaba matar a Elsa todavía. Y menos delante de un montón de guardias a los
que ordenó con anterioridad que no la hiciesen nada. Hans mira hacia arriba,
sí. Y es muy posible que su mirada rápida se centre en el punto exacto hacia el
que quiere lanzar la flecha después, sí. Pero no es por el hecho de matarla.
Hans no puede matarla sin haber conseguido que ella devuelva el verano antes,
no puede matarla delante de todos cuando ha insistido en que ellos no lo hagan,
no va a lograr ser rey si la mata ahora, pues no está casado con Anna aún y ni
siquiera sabe si la princesa seguirá viva. Hans no ha planeado matar a Elsa
todavía. No se ha planteado nada de lo que acaba haciendo aún. Simplemente,
corre a desviar el ataque hacia la enorme lámpara de araña que se encuentra
encima de Elsa, esperando que así, la reina se quede fuera de combate el tiempo
suficiente para llevarla de regreso a Arendelle y encerrarla evitando que trate
de huir otra vez.
Hans sabe que si Elsa ha huido por miedo a hacer daño a
alguien hasta refugiarse allí, no va a querer volver a su reino dialogando y a
las buenas, llevarla de este modo sería casi imposible, y le viene bien dejarla
inconsciente un rato hasta tenerla indefensa y sin poder utilizar sus poderes
contra nada ni contra nadie. Hans necesita a Elsa. La necesita para pedirla que
devuelva el verano. Pero si lo único que ella hace es huir, Hans no tendrá más
remedio que encerrarla en su propio reino si de verdad quiere conseguir
terminar con el invierno por fin.
Elsa se despierta en la mazmorra y recibe la visita de Hans
segundos más tarde (tras ver con sus propios ojos que lo que Anna le dijo es
cierto: ha desencadenado un invierno eterno en todas partes) Aquí confirmamos
todo lo que acabamos de ver: Hans ha llevado a Elsa de vuelta a Arendelle
porque no podía permitir que la mataran. Y éste tampoco es un comentario
irónico por todo lo que va a hacer él mismo después, sino que es cierto. Hans
piensa que ella es la única que puede devolver el verano, y por eso la tiene
ahí, encerrada, porque sabe que ella se escaparía, y porque sabe que con ella fuera,
cualquiera podría querer volver a tomar la justicia por su mano y matarla. Hans
está evitando que la maten porque la necesita para devolver el verano y
restaurar la tranquilidad en Arendelle. Y la necesita tanto que se lo suplica,
le suplica que detenga el invierno de una vez y devuelva el verano.
“¿No lo ves?
¡No puedo!”
Y aquí es. Hans suspira. Y esa es la cara. Esa es la mirada.
Éste es el momento en el que se da cuenta de que tal vez sí tenga que matar a
Elsa después de todo para devolver el verano. Porque Hans ve la sinceridad en sus ojos. Y esto no es algo que yo
suponga, es algo que venía en el guión. Hans la cree, Hans es consciente ahora
de que ella realmente no puede devolver el verano. Y puede que si acaba con su
vida, también acabe con el invierno.
“Haré lo que
esté en mi mano”
Hans tiene que tomar una decisión.
-Fin de la cuarta aparición de Hans-
Lo que sabemos sobre Hans por ahora:
Hans ha salido de Arendelle con la intención de buscar a
Anna, encontrando a Elsa en su lugar. Hans no puede permitir que maten a la
reina por el bien de Arendelle, porque piensa que ella es la única que puede
detener el invierno eterno al que han sido condenados. Sin embargo, cuando
consigue llevarla de vuelta al reino, Elsa asegura que no puede hacerlo, que no
puede devolver el verano. Y Hans la cree. Y es aquí cuando se da cuenta de que
tal vez no exista otra opción. Tal vez la única posibilidad de parar la
tormenta sea matándola a ella.
Lo que Hans sabe por ahora:
Hans sigue sin tener ni idea de dónde está Anna, qué ha
hecho, si está con alguien o si la ha pasado algo. Y también la necesita,
porque sin ella no puede casarse y no puede hacerse con el poder que ha querido
casi desde un principio y que le llevará a conseguir el reconocimiento y la
atención que siempre ha deseado. Por lo menos ahora tiene a Elsa. Hans es el
único lo suficientemente inteligente como para lograr calmarla y que no se
descontrole como con el resto de gente, que se limita a agobiarla o a atacarla.
Hans sabe llevar a Elsa, sabe tenerla controlada. La encierra para que de esta
forma no pueda escaparse y no tenga más remedio que pararse a escucharlo cuando
le ruega que devuelva el verano.
Sin embargo, aunque Hans estaba seguro de que Elsa sería la
única que podría detener todo aquello, ahora puede ver que se equivocaba. Ella
no puede hacer nada y Hans tiene que tomar una decisión que será esencial para
el futuro de Arendelle y el suyo propio. A pesar de que, sin Anna, poco puede
hacer por ahora.
¿Cuál es el objetivo de Hans ahora?
Hans necesita a Anna. Tiene que tomar las decisiones
correctas para su propio bien y el de todos. Lo primero que intentará hacer
será volver a salir en su busca. Necesita a las dos hermanas en Arendelle y
luego ya decidirá qué hacer con Elsa. Porque lo esencial sigue siendo casarse
con Anna.
-Sexta y última aparición de Hans en la película-
Vemos a Hans en medio de la tormenta creada por todas las
emociones que Elsa está sintiendo ahora. Una tormenta que reúne todos sus
miedos acumulados y los poderes que se le han descontrolado al romper el muro y
las cadenas que la mantenían encerrada en la celda. Como antes, Hans sabe que
puede controlar a Elsa. Sin embargo, esta tormenta es mucho mayor como para
poder tranquilizarla con una simple frase que la haga abrir los ojos. Hans debe
hacer lo mismo que cuando la trajo de regreso a Arendelle: tiene que dejarla
indefensa. Y ahora que no tiene una enorme lámpara helada de araña que lo ayude
deberá dar otro tipo de golpe para calmar la tormenta, para que ella no pueda
atacar a nada ni a nadie por un rato, para que deje de huir de nuevo y para que
él pueda ejecutarla y terminar por fin con el invierno.
Hans explica a Elsa todo lo que ha pasado con Anna, echándole
la culpa de todo de una forma lo suficientemente cruel como para que ella se
sienta desarmada y débil. Y con esto, logra que la tormenta se detenga,
literalmente porque toda la nieve se congela como en el tiempo. Sin embargo, el
tiempo no se ha parado, y ahora Hans puede cumplir la ejecución.
Mucha gente habla del gesto de Hans en este momento, de su
cara cuando está por ejecutar a Elsa. Es un gesto de alegría, su sonrisa y su
mirada rozan la locura. Sin embargo, no es como muchos piensan. Hans no está
pensado “Oh, qué bien, voy a matar a Elsa, qué bien sienta ejecutar a gente.
Qué feliz soy cortando cabezas”, teniendo en cuenta su historia, lo que Hans
seguramente esté pensando aquí es en lo cerca que está de lograrlo todo,
prácticamente ya lo ha hecho, prácticamente ya es el rey, ya tiene el cuerpo de
Elsa a sus pies y está literalmente a un solo golpe de lograr su objetivo, de
conseguir su mayor ambición. Ahora será un héroe. Será reconocido, la gente lo
adorará y lo aplaudirá y Hans se sentirá tan querido y aceptado como nunca
antes se ha sentido. Está feliz por eso, contento porque ya tiene prácticamente
lo que siempre ha querido.
Sin embargo, Hans no contaba con la intervención de Anna (ni
siquiera contaba con que estuviese viva) y ella lo estropea todo. Muere
congelada salvando a su hermana de la ejecución y Hans sale despedido debido al
contacto repentino de su espada con el hielo de los dedos de la princesa.
Anna ama a Elsa y ha dado su vida por ella.
Un acto de amor verdadero.
Anna se salva a sí misma. Y no solo eso, sino que hace que
Elsa se dé cuenta de que el amor descongela. Y si el amor descongela, ella puede
devolver el verano contando con el amor que siente hacia su hermana.
Hans tampoco sabe nada de todo esto, pues ha estado
inconsciente hasta que Elsa lo ha descongelado todo. Y se sorprende cuando ve
que Anna está viva y parece que hasta curada. Él pensaba que hacía rato que
había muerto en la habitación y que no había actos de amor verdadero para ella.
Seguramente ni siquiera se haya dado cuenta de que ha sido ella quien ha
intervenido en la ejecución pues nosotros, los espectadores, lo hemos visto a cámara
lenta, pero lo único que Hans ha podido ver a la velocidad normal a la que
transcurría todo realmente, ha sido que él estaba por matar a Elsa y de pronto,
algo lo ha golpeado, impidiéndole terminar la ejecución. Hans no entiende cómo
se ha salvado. Ni siquiera entiende cómo ha llegado hasta allí.
“Aquí el único corazón helado que hay es el tuyo”
Por supuesto, Hans no sabe lo que es amar, pero ¿cómo va a
saberlo si siempre se ha sentido invisible? Nunca ha visto amor en su casa,
nunca lo ha recibido, y si Anna, con una hermana mayor, no ha sabido hasta
ahora lo que era, ¿cómo va a saberlo él con doce DOCE hermanos mayores que
nunca han hecho nada ni han mostrado un mínimo interés en él?
Hans termina como empezó, en el agua, esta vez gracias a un
golpe de Anna que todo el mundo decide aplaudirle (es fascinante cómo los
consejeros aplauden algo de lo que no han podido enterarse a tanta distancia)
Meten a Hans en una celda, seguramente para llevarlo de
vuelta a las Islas del Sur y decidir después como castigarán su traición. Y, si
nos seguimos fijando en él cuando aparece de fondo mientras dos de los
consejeros hablan de repatriarlo y llevarlo ante sus doce hermanos,
distinguiremos cómo se incorpora en la cela, llevándose una mano a la cabeza
¿arrepentido?
Hans se dejó llevar por las situaciones fáciles que se le
presentaron y, al igual que Elsa, perdió el control de su propio poder. No
obstante, Hans en ningún momento fue malvado, actuó de forma legal y no asesinó
a nadie, ni lo hubiese hecho aunque hubiese conseguido lo que quería puesto que
Anna a su parecer no tenía salvación y Elsa ya estaba condenada a muerte de
antemano. Los sucesos que las propias hermanas provocaron le vinieron bien para
alcanzar su objetivo. Hans tampoco es buena persona. Mintió y engañó a mucha
gente, y fue egoísta en todo momento, preocupándose únicamente por sí mismo,
pero esos en realidad fueron sus únicos crímenes.
¿Tan malo es por querer unirse con alguien en un matrimonio
sin amor simplemente por el interés? ¿En serio eso es de ser un villano?
Por favor, las personas hacemos de todo por lograr nuestro
propio interés. El hombre es egoísta por naturaleza. En mayor o menor medida.
Y, por mucho que suene cruel, él siempre actuó dentro de lo que era legal. E
incluso, finalmente, podemos apreciar cómo se da cuenta de todo lo que ha sido
capaz de hacer. Estaba cegado por la codicia y no era capaz de ver más allá y,
es solo cuando lo encierran cuando es consciente de todo lo que ha hecho.
Como Elsa cuando estuvo a punto de matar a esos hombres. Él
mismo tuvo que abrirla los ojos. Ella estaba descontrolada, no sabía lo que
hacía, no era consciente porque estaba cegada por el miedo.
Y todo se le presentó tan fácil que él también acabó por
perder el control de sí mismo.
A mi parecer, Hans es un personaje muy humano.
O,O
ResponderEliminarQUE BUEN analisis!
creo que solo te falto la parte donde precisamente dice sus intensiones a ana. esa parte no la analisaste
saludos
Hola, soy la voz de Hans en Latinoamérica y me encantó tu análisis! Bravo!!!!!
ResponderEliminar